Nuevo Taller

Todo nuevo:Horarios , días y temática. Lugar:Corrientes 328. Local 4. Días Martes 18hs Sábado a las 10 y posiblemente el viernes a las 18 para ¡principiantes!. En los dos primeros el motivo o línea conductora de este año será Cortázar . Junto a él iremos transitando los secretos de la escritura. Espero vuestra presencia y estimaré muchísimo su divulgación. Comenzamos el martes 11 de marzo a las 18.































sábado, 12 de junio de 2010

LA INUNDACION


El agua con musgos y barros, oscura y siniestra como la noche invade la ciudad lentamente, reptando.

Los habitantes, desde el más rico al más pobre trabajan como esclavos para impedir la entrada a sus casas, llenan bolsas de arena que luego cargan en sus hombros y colocan frente a las puertas, tratan de detener la terca inundación. Un esfuerzo inútil, solo una medida dilatoria, el cenagal líquido ingresa a los patios, por los desagües, a borbotones violentos como una tormenta.

Colocan sus muebles sobre ladrillos, sacan lo que pueden, algunas cosas las mudan al techo otras las llevan a casas que parecen fortalezas inexpugnables, ubicadas en las zonas más altas de la ciudad.

Ante el avance de las aguas, la angustia y la desesperación se vuelven cada vez más profundas. Tan profundas como un acantilado.

Luego de luchar toda una noche y el día siguiente, antes del atardecer toman conciencia de la inutilidad de la lucha del hombre contra la naturaleza.

Exhaustos abandonan sus hogares, la cabeza gacha, los hombros caídos como vencidos por la fuerza de la gravedad, parecen letras “eñe”. Tratan de salir del lodo que les llega a las rodillas…

Los rostros grises como ceniza acusan el cansancio, los ojos hundidos, con la mirada vacía parecían de vidrio. Algunos buscan refugio en el techo, otros se mudan con familiares, amigos.

La inundación recién comienza, al cabo de dos días el agua llega al techo de las viviendas.

Lanchas y canoas navegan por las calles cual riachuelos, en busca de víctimas del desastre… auxiliar a quienes permanecen en los techos como guardianes y hacen señas con los brazos extendidos como ramas de árboles secos.

César Cati

4 comentarios:

  1. Mi primer comentario desapareció. Trataré de reproducirlo. Decía que tus letras están cargadas de la angustia que sufren los seres humanos ante la fuerza avasallante de la Naturaleza, y que me recordaba a la triste inundación de Santa Fe adonde tantos recuerdos y esperanzas fueron arrastrados por el agua. Estas imágenes me conmovieron profundamente .

    ResponderEliminar
  2. A mi me trajo recuerdos de la niñez pero alegres porque cuando el agua entraba a nuestras casas no ibamos a la escuela y nuestros padres no trabajaban para poder quedarse a levantar muebles y ayudarse entre vecinos.Entonces para mi hermana y para mi , inocentes criaturas, era una fiesta con sapos, culebras de agua y alacranes incluidos

    ResponderEliminar
  3. Es tan fácil imaginar todo a medida que se va leyendo que deja una sensación de enorme impotencia. Hermosa descripción de una relidad tan constante y tan tremenda.

    ResponderEliminar
  4. YO TENÍA UN TIO QUE VIVIA EN EMPALME GRANERO SUFRIÓ VARIAS INUNDACIONES EN CADA UNA PERDIÓ TODO PERO LA ÚLTIMA ESTABA RECIEN OPERADO DE CATARATAS, LA DESESPERACIÓN POR LEVANTAR LO ELEMENTAL LO DEJÓ CIEGO, ROSI DESCRIBISTE UNA REALIDAD!!!!!!

    ResponderEliminar