Nuevo Taller

Todo nuevo:Horarios , días y temática. Lugar:Corrientes 328. Local 4. Días Martes 18hs Sábado a las 10 y posiblemente el viernes a las 18 para ¡principiantes!. En los dos primeros el motivo o línea conductora de este año será Cortázar . Junto a él iremos transitando los secretos de la escritura. Espero vuestra presencia y estimaré muchísimo su divulgación. Comenzamos el martes 11 de marzo a las 18.































jueves, 18 de octubre de 2012

Miedos

Antes de entrar por primera vez a la sala de parto la médica que me entrenó para tener a mi hija sin miedo hizo que un grupo de parturientas y yo practicáramos una suerte de simulacro del parto. Por lo tanto conocimos el sillón, la sala donde íbamos a parir a nuestros bebes e hicimos todos los pujos jadeos y respiraciones con el mismo empeño que después sucedió en el parto real. Ella predicaba aquello de que se teme lo que no se conoce. Ese día dejé de tenerle miedo al parto. Ese día comprendí cuanto tienen de fabricados los fantasmas que nos asustan. Derroté a los miedos El tiempo se fue deslizando bajo a mis pies; transité un camino en donde esos miedos fabricados no me perturbaban demasiado, ya sabía de que se trataba hasta que me encontré con una nueva variedad no identificada. Veinte años después de mi primera gestación y con otras dos a cuestas volví a parir, ya no un ser humano sino mi primer libro de cuentos. En él existen dos páginas invisibles que nunca verán la luz. Están paralizadas por el miedo, solo son un secreto entre el protagonista de la historia y yo. Es ese miedo perdurable, que acecha en cada esquina, en cada Falcon verde, en una conversación hecha en voz alta , el miedo que cose las bocas, que no deja vivir. NN vive, a pesar del miedo, tiene el pelo blanco, la espalda corva, el andar suave del anciano. Me enteré hace poco que alberga una nieta que vino a estudiar a Rosario. Nunca más hablamos sobre el tema. Esta vez el miedo lo tengo yo. No quiero destapar el suyo. ¿Para qué?… Ya no me importa publicar una historia repetida. Me basta con que él haya aliviado conmigo un poco el peso de ese miedo que todavía lo acompaña.