Nuevo Taller

Todo nuevo:Horarios , días y temática. Lugar:Corrientes 328. Local 4. Días Martes 18hs Sábado a las 10 y posiblemente el viernes a las 18 para ¡principiantes!. En los dos primeros el motivo o línea conductora de este año será Cortázar . Junto a él iremos transitando los secretos de la escritura. Espero vuestra presencia y estimaré muchísimo su divulgación. Comenzamos el martes 11 de marzo a las 18.































sábado, 27 de marzo de 2010

Ese lunes infernal

Ese lunes, fue un lunes infernal, me pasó de todo y les cuento.

Primero, no me llevo mi viejo en el auto como lo hacía todos los días.

Segundo, porque me tuve que levantar ¡a las cinco de la madrugada!, ¡ lo que me costó! porque el Domingo estuve de jodita y me acosté a las tres y media.

Tercero, porque tuve que salir de casa una hora antes.

Cuarto, porque me tuve que ir caminando hasta el colegio y eso si que fue, ¡a t e rr a d or !.

Y el quinto, bueno el quinto si que fue ¡un terremoto!.

¡Que alegría me dio! cuando vi la fachada del la escuela, les digo, que nunca me había sentido tan feliz en mis años de estudiante, de estar frente a esa puerta. Ya no daba mas, por momentos, pensé que me moría.

Cerré los ojos aliviada y hacia allí me dirigí, ya no aguantaba mas el dolor.

Cruze rápido, mirando inquieta hacia ambos lados y entré al colegio, ya había tocado el timbre, así que fui directamente hacia el aula, miré hacia adentro, no había llegado aún, entonces me dirigí al baño, me solté el pelo y me peiné al estilo leona, me puse la mini de jean, pasé el labial rozado fuerte por los labios, y luego por ambas mejillas, sombra verde por los párpados, delinee las pestañas y guardé todo con cuidado en la mochila. Salí al corredor y esperé paciente hasta que lo vi salir de la sala de profesores y entrar al salón. Me dirigí un poco tambaleante y nerviosa, después de acomodar los libros sobre el brazo izquierdo, abrí con sutileza la puerta al tiempo que le clavé los ojos.

Buenos días, perdón se me hizo tarde pero a papá no le arrancó el auto, por eso me demoré,¡auto! si me tuve que venir a pie quince cuadras, para que el viejo no me vea con estos... ¡ ahí que dolor de pie que tengo! , esto es una tortura insoportable, ¡como me ajustan estos malditos!, yo no se como mamá puede andar todo el tiempo de tacos, si me parece andar con zancos, ¡ Dios, que dolor! Parece que los dedos se me están triturando, pensar que le dije a Nati que me trajera un treinta y seis o treinta y siete y me trajo treinta y cinco, no se si voy aguantar las dos horas con este dolor infernal, ¡me saludó sonriente!, es divino, me mira y ¡como me mira!, que ojazos, si , seguro que esta muerto conmigo y así vestida lo... ¡ay,ay como me duelen los pies!. Profe, aquí están los libros que me pidió solo falta el diccionario de Filosofía, mi hermano me lo va a conseguir para la semana que viene, otro motivo para estar cerca y hablarle a solas, tome,¡que hermoso me rozó la mano, que piel mas suave, que delicia! su piel y mi piel, siento cosquillitas correr por el cuerpo, ¿esto es amor?, si, seguro que lo es y no lo que siento por el Pily porque cuando me toma de la mano al entrar al cine, no siento cosquillas, ¡ese Pily! es mas tonto ese pibe, bueno es un pendejo, no se puede comparar con el profe, todo un hombre y ¡que hombre! ¡Dios mío como me duelen los pies, por Santa Maria y todos los santos!, bueno me lo aguanto, todo con tal que el me mire solo a mi, cualquier cosa, ¡ que hermoso1 no deja de mirarme, que mirada mas dulce que tiene, uy, ¡que ganas de abrazarlo!, ¡pero no!, me arrimo bien mejor y lo rozo así ¡uy que divino, yo y el, el y yo!, su mirada, su perfume, `¡que aroma!. ¿Que perfume usará? ,ah, ya se le voy a preguntar a Celia, le traigo unos bomboncitos y la compro a la gordita , ella es capaz de vender a su propio hermano por unas golosinas, como cuando le pregunte por la edad, cuarenta y nueve me dijo y su estado civil, casado, que lástima cuando Celia me lo dijo casi me da un infarto, la misma edad de mi viejo, bueno, no importa la diferencia de edad , ¡y casado! ,se separa y listo. ¿ que profe?, ¿que me siente? a si enseguida, ay ¡que dolor!, pero tengo que caminar bien así me mira, seguro que me esta mirando, siento sus ojos sobre mi, me voy a sentar aquí, en el primer banco así me mira bien y yo a él, ¡ay ya no aguanto mas el dolor!, ¿ que pasa Naty? No me tires así la camisa que se me saltan los botones , ¡no, no puedo mirarte no me puedo dar vuelta!, si ya se, ¿que me pregunta a mi? pero no se ni de lo está hablando, me voy a cruzar de piernas, a ver así, no así mejor le muestro mas, ¡ay las tengo dormidas!, ya viene, ¡ que dolor! Pero tengo que poner cara de...¡ como me aprietan estos malditos, uy tengo que sonreír, Naty ¿ que preguntó?, que no escuche culpa de este dolor, ¿qué dijiste?, ¿ una constelación? A si ,algo de las estrellas, de los planetas, si bueno, voy a escuchar, ¿se dará cuenta que estoy muerta por él? ¡ay me enloquece su mirada, que ganas de colgármele del cuello!, es único con ese corte de pelo, y ese color castaño y esas canitas, ¡ que bien le queda el color de la remera!, no se como hace para adivinar mis intenciones, me mira con ternura, me tiembla todo el cuerpo, ¡Naty!, te cuento que ël, es quien me inspira a escribir los poemas de amor que te hago para tu novio, no, está bien, no tienes que agradecérmelo, no es para tanto amiga, después de todo vos me ayudas en los parcia... ¡madre mía!, ya siento su perfume, ¡ay...no aguanto mas el dolor, me duele hasta la cabeza!, no , no quiero ..¡pero, como me mira!, ¿viste? tiene los ojos clavados en mí, ¡que emoción!, no, ¡no puede negar que le gusto!, ¿ que me dice? ¡Dejáme el brazo Naty! , no escucho bien y los ojos se me nublan, uy ¡me esta agarrando!. ¡ Me está abrazando!. Me falta el aire. uy , ¡que dolor! creo que me voy a desma... ¡Ay...

Ana Maria Achinelli

NÚMEROS

NÚMEROS

Los números se abalanzaron sobre mí y rápidamente, puesto que eran diez contra uno, me ataron a la silla de mi escritorio. Yo estaba más asombrada que asustada. Después de trabajar juntos tantos años habíamos establecido una relación de mutua confianza. Es cierto que algunas veces, debido al cansancio, los cambiaba de lugar o los confundía, pero eso no ocurría muy a menudo. En general, los deslizaba hábilmente por el teclado y ellos completaban, orgullosamente, el resultado de la operación que les había asignado. Nada peor para los números que manipularlos distraídamente o borrarlos. Y ni hablar de invertir el orden de sucesión. Como son tan susceptibles, imaginan que preferimos al que equivocadamente ocupó su lugar. Ellos son muy conscientes de su valor y anticipan, cuando se mezclan, con quienes se van a encontrar. Les doy un ejemplo: a Uno le encanta la suma de sí mismo porque se encuentra con Dos, del cual es amigo desde la infancia. Pero si por error digitamos Uno más Dos se encontrará sin sobre aviso con Tres, al que odia. Uno es muy ególatra pero con Dos dialoga y llega a darle la razón de vez en cuando, mas con Tres se pelea indefectiblemente. Dos es conciliador y tranquilo; Tres es exuberante. Cuatro es espiritual, Cinco ama la buena mesa, Seis vive con expresión huraña, Siete es el más equilibrado, Ocho se ufana de su figura simétrica, Nueve está siempre cabizbajo y Cero es definitivamente indolente. Él y Uno todavía no acordaron quién va primero. Uno lo tilda de comodín y cuando la discusión llega a punto muerto, su peor ofensa es llamarlo entenado. Entonces Cero le responde que sin él todos los números estarían en pañales, y así termina siempre este eterno enfrentamiento.

Pero ahora me urgía comprender el motivo del ataque, empresa difícil con ellos parloteando al mismo tiempo. Para hacerme oír, les grité que hablaran de a uno. Podrán adivinar quién tomo la palabra. Para resumir, me dijo que habían planeado tomarse unas vacaciones ese fin de semana en una isla perdida del Pacífico. Que bien merecidas las tenían. Que no iban a permitir que yo les arruinara el proyecto por querer adelantar unas planillas para el lunes, cuando bien podrían esperar hasta el martes.

Por lo tanto –dictaminó el orador con la anuencia de todos- te vamos a dejar atada hasta la vuelta para que no puedas manejar ninguna máquina.

Rogué, exigí, amenacé, pero ni siquiera el buenazo de Dos se conmovió. Con semblante alegre y distendido fueron desfilando hacia la puerta y, antes de abrirla, se volvieron al unísono. Me saludaron con tanto alborozo que ni siquiera pude guardarles rencor.

Carmen Retamero

martes, 16 de marzo de 2010

Detrás de la ventana

Sabe todo, todo lo que pasa. No hay una sola cosa que ella no sepa. Conocedora, sabia, sabihonda, informada, curiosa, indiscreta.

Abre la ventana todas las mañanas a las siete, para que entre luz natural en el comedor y así ahorrar electricidad. ¡Para ahorrar! ¡Para mirar que pasa afuera! Quien pasa, con quién pasa.

En invierno está tan oscuro adentro como afuera a las siete de la mañana.

Chusma. Espiona, controladora. Temida.

-Periodista.

-¡No, que Periodista, chismosa!

-Periodista es ser chismoso.

No todos, otros informan. Averiguan. Son informantes.

Como las arpías de las ventanas, en cada barrio hay una, en cada edificio. Y peleas.

Todos pelean con los vigilantes. No siempre vigilan para cuidar, también vigilan para obtener provecho.

El cuida-coches de la esquina, obtiene provecho de su vigilia: conocer todos los movimientos y así se convierte en una persona de la que hay que tener cuidado. Conoce vida y milagro de los vecinos. A que hora salen, a que hora entran. Es bueno llevarse bien con él para que no te tenga entre ceja y ceja o montado en el picazo y de repente en vez de cuidarte el auto, le pincha las cuatro ruedas. Habla mucho con el portero de la clínica.

Los médicos salen siempre con las secretarias, a las que cambian bastante seguido. Hacen casting de empleadas y entonces las chicas, jovencitas y muy monas, forman colas que a veces dan la vuelta en la esquina y en esa fila empiezan a contarse, mientras esperan, experiencias que tuvieron en otros trabajos y con otros jefes y así cada una aporta un dato que hace que quién escucha se forme una idea de la vida privada de los profesionales más prestigiosos y conocidos por sus escapadas extra-matrimoniales, fuera de la ciudad y del País.

Llegan con la señorita de turno a las playas más lejanas adonde siempre, siempre se encuentra algún paisano, que está de vacaciones, porque, al fin, el mundo es un pañuelo. Y ahí estamos todos, dando la vuelta de una esquina encontrando al que al volver, el que vio, cuenta, con lujo de detalles:

-¿Sabes a quién vi, en una playa de Extrangia? ¡Allá, en el traste del mundo!

Y si, así es la vida, un pañuelo, que podemos empezar a bordar detrás de una ventana.

Cristina Kovacevic

jueves, 11 de marzo de 2010

CONFESIONES FELINAS

En una casona muy grande, aquéllas de principios del siglo pasado, vivimos, mis humanos y yo.

Tiempo atrás los dueños de esa casona pensaron que habían adoptado una gatita inofensiva e indefensa, que llamaron Michina. Blanca, con manchas canela en el cuerpo, una oreja negra y un halo del mismo color alrededor de uno de los ojos. Craso error, los adoptados fueron ellos.

Inicialmente me alimentaban con leche, suministrada por una jeringa, con el tiempo…, pasé a lamer de un tazón y hoy en día me alimentan con granitos.

Durante un tiempo esperaron de mí algo a cambio, como lo hicieron con un perro que recorre todo el perímetro de la vivienda con aires de vigilante y ladra a cualquier ser viviente que se mueve, aunque sea alguna hoja que vuela el viento.

Suelo pasearme por la casa exhibiendo mi prosapia con altivez, y si estoy de buen humor, me restriego por las piernas de alguien y permito que me acaricien emitiendo un ronroneo de satisfacción. Soy un ser totalmente libre, con un aire enigmático. Tengo un desmesurado afán de vivir con humanos y si permanezco con ellos es por mi exclusiva elección. Además me tiene que gustar la casa. Me expreso con franqueza cuando me molestan, se gruñir fiero y mantengo mis uñas afiladas. En cuanto a mi espíritu veleidoso, doy pruebas permanentemente.

Soy nerviosa, y sigilosa a la vez, me molestan los ruidos y los extraños.

Percibo el estado de ánimo de la dueña de casa, con gran facilidad, es la única con quien logro mantener una relación fluida, nos comprendemos fácilmente. Cuando la noto triste, me ubico en su regazo y le maúllo muy suavemente para consolarla.

En los crudos inviernos me instalo en el lugar más cálido de la casa, al lado de un hogar que mantienen con leños encendidos durante todo el día. El crepitar de los mismos es una canción de cuna. En los tórridos veranos el mejor lugar es el jardín, debajo de alguna frondosa planta que mantiene fresca la tierra.

Michina, un día, entrada ya la noche escuchó una conversación telefónica

-¿Emergencias?...

-Sí, ¿en que podemos ayudar?

-Necesito un médico porque a mi hijo, lo arañó una gata, en un párpado….

-¿Qué edad tiene su hijo?

-…23 años…(del otro lado de la línea se escuchan risas)…

-Sra., ¿Qué clase de gata?

-Una mascota que tengo en casa…mi hijo la estaba acariciando y reaccionó dando un manotazo...

Cuando el hijo de la que considero a mi afecto mayor, siente el arañazo me suelta y me escondo debajo de un sillón desde donde espío en estado de alerta todo el devenir de los acontecimientos. Llamada telefónica. Ingreso del médico. Curaciones al bruto….

Habiéndose retirado el médico, salgo muy ufana de mi escondite y me restriego en las piernas de mi humana preferida.

César D. Cati